lunes, 1 de junio de 2009

LAS COMPETENCIAS DIDACTICAS

El desarrollo de las competencias didácticas: un reto en la formación inicial de los futuros docentes de primaria
Silvia Lizette Ramos de Robles*

La educación atada al pasado y al servicio de la reproducción debe dar un paso a una educación que se proyecta hacia el futuro, anticipándose a él, prepa¬rando personas para las transformaciones que les esperan, para que puedan no sólo adaptarse a ellas, sino orientarlas y dominarlas. UNESCO, 1990; Vilar, 1998.
Desde un plano internacional y con la intención de contribuir al logro de una formación integral de los individuos, la educación se ha estructurado en torno a cuatro aprendizajes fundamentales considerados como los pilares del conocimiento (Delors, 1996: 91-103):
• Aprender a conocer: adquirir instrumentos para la comprensión.
• Aprender a hacer: influir sobre el propio entorno.
• Aprender a vivir juntos: participar y cooperar con los demás en todas las actividades humanas.
• Aprender a ser: proceso fundamental que recoge los elementos de las tres anteriores y pretende el desarrollo global de la persona.
Se necesitan docentes que contribuyan al desarrollo de competencias en sus estudiantes, entendiéndose por competencia “la capacidad de actuar de manera eficaz en un tipo definido de situación, capacidad que se apoya en conocimientos pero no se reduce a ellos” (Perrenoud, 2003: 7). Una competencia es un “saber hacer”, con “saber” y con “conciencia” (Aguerrondo, 2000).
El desarrollo de las competencias dentro de cualquier nivel educativo implica una transformación de la relación entre los profesores, el saber y los alumnos; conduce a un cambio en la manera de diseñar y desarrollar las clases. Según Meirieu (1990), el desarrollo de las competencias apunta hacia una nueva profesión, en la que el desafío es hacer aprender más que enseñar, e invita firmemente a los profesores a:
• Considerar los saberes como recursos para movilizar.
• Trabajar regularmente a través de problemas.
• Crear o utilizar otros medios de enseñanza.
• Negociar y conducir proyectos con los alumnos.
• Adoptar una planificación flexible e indicativa, improvisar.
• Establecer y explicitar un nuevo contrato didáctico.
• Practicar una evaluación formadora en situaciones de trabajo.
• Dirigirse hacia una mayor separación disciplinaria.
De los anteriores componentes interesa rescatar los planteamientos que nos ayudan al análisis y la reflexión de las situaciones antes descritas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario